Elijo la travesía como opción de viaje, porque nos permite poner en movimiento y vivir el propósito de Senderos Ancestrales: conocer una cultura a través de los caminos que nos sumergen en su territorio.
Los planes de travesía tienen una duración no menor a 20 días. Y es así ya que todo lo que somos capaces de aprehender, reunir y asimilar en la piel y en el alma en un lapso semejante, es insumo para nuestro aprendizaje, nuestro caminar, y nuestro futuro.
La ruta que propongo para cada viaje varía en relación a las personas que colaboran conmigo en su diseño, formando parte de esta creativa y apasionante labor: guías locales, pobladores de los pueblos y comunidades a visitar, colegas diseñadores de viajes (cuando se trata de un viaje en colaboración con otro proyecto), amistades que aportan con ideas, conocimientos, experiencias, ilusiones, etc.
La amistad, los modos de reciprocidad e intercambio, el diálogo inter-cultural y el trabajo comunitario que practicamos mientras andamos son la manera que disfrutamos y que elegimos para aprender, para transformarnos, desde la vivencia.
Un viaje de Senderos Ancestrales no es un invitación a hacer turismo fotográfico, ni a seguir un itinerario de actividades programadas frío y sin alma.
Dicho de otro modo, no nos proponemos llegar a cualquier lugar para tomarnos fotos y pasar como turistas. Quienes formamos parte del grupo de travesía, nos involucramos en los quehaceres de la comunidad o de las familias receptoras.
Si eres de las personas que les gusta aprender, divertirse, involucrándote en la vida cotidiana de los lugares que visitas…
Si te apasiona la aventura de montaña y el desafío mental y físico de hacerlo en compañía con un grupo de personas afines…
Si te sobrepones a los contratiempos con practicidad y buen ánimo…
Si te gusta colaborar con el grupo y entiendes que viajamos como equipo…
Si buscas que cada viaje sea una oportunidad de darle un giro copernicano a tu vida…
¡Enhorabuena! Las propuestas que encuentres aquí están hechas a medida de espíritus caminantes, buscadores, que van tras la aventura de la vida, y si a todo lo dicho has respondido con un rotundo ¡SÍ! no cabe duda, ¡vas en línea con esta tribu nómade!
Entendemos el viajar como una manera de conocer, de aproximarnos a otros modos de relación social, a otros saberes, a otras creencias.
Nos embarcamos en cada viaje en la deriva de un mar de tradiciones y lenguas, en los oasis de danzas y ritos, entre la ofrenda y el encantamiento.
Conectar con la energía del territorio, pedir permiso a los ancestros del lugar, cruzar los puentes que conectan lo profano con lo sagrado, descubrir en lo mundano lo divino.
Entendemos el viajar como una manera de conocer, de aproximarnos a otros modos de relación social, a otros saberes, a otras creencias.
Nos embarcamos en cada viaje en la deriva de un mar de tradiciones y lenguas, en los oasis de danzas y ritos, entre la ofrenda y el encantamiento.
Conectar con la energía del territorio, pedir permiso a los ancestros del lugar, cruzar los puentes que conectan lo profano con lo sagrado, descubrir en lo mundano lo divino.
Buscamos en nuestros viajes la condensación de estos tres elementos:
Por supuesto, para hacer posibles nuestros planes, es probable que haya tramos del recorrido que debamos sortear en medios de transporte, sean autobuses, aviones, lanchas, bicicletas, dependiendo la región o país.
En la historia de los pueblos está la trayectoria de cómo conservaron su vínculo con la tierra, o de cómo la perdieron. Viajamos para volvernos más sensibles a los ciclos naturales del cuerpo, de la tierra, de la mente, para abordar esa diversidad cultural y espiritual humana.
Unificamos en una propuesta inter-cultural, viajera y de aventura, la voluntad de volvernos más conscientes de nuestra salud, de nuestro entorno (en un sentido global), para transformarnos y disfrutar de compartir este tránsito a nuevos paradigmas.
En la historia de los pueblos está la trayectoria de cómo conservaron su vínculo con la tierra, o de cómo la perdieron. Viajamos para volvernos más sensibles a los ciclos naturales del cuerpo, de la tierra, de la mente, para abordar esa diversidad cultural y espiritual humana.
Unificamos en una propuesta inter-cultural, viajera y de aventura, la voluntad de volvernos más conscientes de nuestra salud, de nuestro entorno (en un sentido global), para transformarnos y disfrutar de compartir este tránsito a nuevos paradigmas.
Nos sumergimos por la Quebrada de Humahuaca hasta las yungas salteñas, para transitar los vestigios del QHAPAQ ÑAN…
¿Te lo vas a perder?
Las travesías en grupo son una forma de hacer colectiva una experiencia única.